Salir de viaje puede significar
distintas cosas para las personas; bien puede ser el momento para salir de la
rutina, cuestión profesional, compromiso... el punto es que la idea de
organizar una salida fuera de la ciudad, hacer maletas y emprender camino puede
ser una aventura o muy divertida o muy estresante...
Les platicaré
que desde pequeña he viajado; mi abuelita materna vivía en Tuxpan, Veracruz y
obviamente en las vacaciones escolares, puentes y días festivos salíamos
disparados al pueblito playero, que por cierto, no era muy atractivo como tal,
pero el hecho de ver a la abuelita y que me consintiera al recibirme con una
deliciosa nieve de mango preparada por ella misma era lo máximo para mi.
El viaje como tal no era nada fuera de
lo normal… mamá hacía las maletas, se ponía media histérica con dejar la casa
limpia y todo en forma para que a nuestro regreso todo funcionara habitualmente
y obvio, nos levantaba temprano para iniciar el recorrido… Sansón, como llamaba
a su Datsun Samurai, ya iba revisado por el mecánico, motores en marcha para salir
de Plateros hacia Indios Verdes y tomar carretera; las primeras dos horas de
camino fluían normalmente, el problema empezaba cuando pasábamos por la presa
de Necaxa, ya en Puebla, pues las curvas se posaban frente a nosotros y la de
malas si te tocaba un trailero por delante de ti o un camión de redilas… chasss!!!
ese sí que era problema, pues la carretera de un camino de ida y vuelta no daba
mucho chance para rebasar, aunque mamá era muy diligente para manejar en
carretera, de hecho le encantaba (y digo era, porque ya no maneja.. en fin, ese
es otro tema) y entonces mi papá le cedía el volante.
Dos horas más tardes, las curvas
interminables ya habían quedado atrás… llegábamos a un pueblito llamado la Ceiba,
donde al paso de la carretera venden unas delicias llamadas molotes… claro! Garnachas
mexicanas… una especie de taquito cerrado por ambas partes y relleno de carnita
de res o pollo deshebrado (ya se me antojó), cubierto por repollo picado y
bañado en una salsa roja caliente…mmmm.. buenísimos! Claro está que esa parada
era obligatoria.. papá, mamá y niñas bajábamos gustosos a comer una rica orden
de molotes; el refresco lo compartíamos para eso de no tener que parar a
hacer pipí… a mi ma no le hacía nada
feliz tener que estar haciendo veinte mil paradas durante el camino… lo que
ella quería era llegar a su pueblito natal…
Ya comidos todos y como bien dicen:
panza llena, corazón contento.. continuábamos el camino… el calor ya se
empezaba a sentir, así que ventanas abajo y mi hermana y yo con la cabeza de
fuera porque nos ahogaba tanto bochorno…cantábamos Timbiriche y Parchis y unas
horitas después, tras las clásicas preguntas de ¿falta mucho?, ¿ya vamos a
llegar? Por fin veíamos el puente que atravesaba el río Papaloapan, y del otro
lado, Tuxpan… atravesar el pueblito por el boule y llegar a Jardines, colonia
donde vivía mi abuelita, quien al oir el coche llegar y nuestros gritos de ¡ya
llegamos!!!! salía de la casa y nos recibía con un gran abrazo y sonrisa; acto
seguido, como les decía al principio.. comer mi rica nieve de mango…
Ahí fue cuando empezó mi gusto por la
viajadera.. .así que en días siguientes seguiré compartiendo anécdotas y
recuerdos lindos…
Y a ustedes les dice algo viajar? Estaré
encantada de leerlos… así que a escribir se ha dicho. Por el momento… bonito
domingo a todos.
Nos llevaste de la mano de viaje al pasado; que bonitos recuerdos!
ResponderBorrarGracias Penélope
BorrarDicen que lo único que nos llevamos al morir son las experiencias , lo material se queda ... y nada mejor como Un viaje , disfrutarlo como si fuera el último , y hacerlo con la familia es un agasajo!
ResponderBorrarEn efecto... viajemos lo más que podamos... no perdamos la capacidad de sorprendernos ante lo nuevo
BorrarEl mundo es hermoso hay que disfrutarlo.... Y la familia los mejores amigos
ResponderBorrarAsí es Adrián... que gustazo que me hayas leído.. espero no aburrirlo jovenazo... mil gracias
BorrarViajar siempre te deja experiencias y es padrísimo poder contar todas las aventuras que conlleva un viaje. ¡Sigue acumulando experiencias Ruth!
ResponderBorrarCoincido con que viajar es maravilloso y lo que conocemos y probamos es lo único que nos llevamos al morir, me encantó leerte e imaginar tus vacaciones de pequeña a ver a tu abuelita. Espero seguir leyendo tus anécdotas.
ResponderBorrarGracias amiga.. seguiré compartiendo anécdotas, recuerdos, experiencias y más.... valoro mucho tu apoyo... te quiero amiga
BorrarQue gusto conocer esta parte de tu infancia y que tengas presente cada detalle de las aventuras con tu familia. Esos momentos felices se quedan para siempre y son los que nos definen nuestros gustos para siempre. Definitivamente los viajes son maravillosos, comparto contigo que también soy fan de viajar y disfruto mucho hacerlos con mi familia. Cuando empecé a viajar por cuestiones de trabajo no fue tan padre y siempre los extraño, pero aprendí que de todos modos tengo que estar ahí aunque no esté mi familia, así que mejor lo disfruto y les comparto las experiencias vividas, les traigo recuerditos y hasta me sirve para planear las próximas vacaciones. Me encantó tu historia......venga la próxima!!!!!
ResponderBorrarVa amiguita.. .seguiré haciendo la tarea y contando mis panchoaventuras, jeje... gracias por leerme y tú sigue viajando, aunque sea por trabajo, los cambios de aire y lo que ven los ojos siempre reaniman
BorrarSin duda viajar, enrique el alma y espíritu, sea en la República Mexicana o en otros países, la verdad es que viajar es mi meta en la vida conocer y comer lo que hacen en otras culturas se me hace fascinante....
ResponderBorrara mi también se me antojo la nieve de mango y las garnachas :( jaja
Es padrísimo y emocionante....
BorrarMaravillosa anécdota, sentí que estaba en el auto con un gran antojo de molotes, viajar es increíble, pues el cambio de rutina nos inyecta vida.
ResponderBorrarConoces los molotes Fe? a poco no están pa' chuparse los bigotes!!!
BorrarExcelente narrativa, me hizo recordar lo vivido en mi infancia......además de las similitudes...
ResponderBorrarY si nos lo comaprtes Lau? Gracias por tu comentario
BorrarRuth recordar es vivir, el relato que describes es maravilloso ya que esos momentos se quedan para siempre en nuestros corazones, te dejó un pequeño fragmento del buen Gabriel García Marquez, "Viajar es marcharse de casa, es dejar los amigos, es intentar volar. Volar conociendo otras ramas recorriendo caminos es intentar cambiar"
ResponderBorrarSaludines!
Que lindo Liz... así es viajar es conocer otros mundos y formas de verlo... viajemos pues!!!
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