A sólo 4 horas del Distrito Federal se localiza una ciudad
que me trae gratos recuerdos.
Tras la noticia de que nos iríamos a vivir a Morelia por
cuestiones del trabajo de mi papá, justo antes de que yo entrara a la
secundaria, llegué por primera vez a conocer aquél lindo lugar.
Llegamos a un hotel en pleno Centro Histórico, a tan sólo unas cuadras de la Fuente de las
Tarascas, caminamos a lo largo de Av. Madero o Calle Real hacia la Catedral.
En
el andar, alzé la mirada y cuál fue mi sorpresa cuando ante mis ojos veía
cruces en diferentes planos; mientras caminábamos encontré iglesia tras
iglesia; la de la Cruz frente al Edificio de Correos, a sólo una cuadra más la
iglesia de San Francisco, a un lado de la Casa de la Cultura (donde por cierto,
vendían unas quesadillas callejeras muuuuy ricas), dos cuadras más la Catedral,
frente a ella Palacio de Gobierno; seguía caminando y me crucé con el Palacio
de Clavijero, más adelante, la Iglesia de la Merced (a unos pasos de ahí aún venden
los famosos gazpachos, que no es otra cosa que fruta y verdura picadas acompañada
de cebolla, queso y jugo de naranja con chile en polvo).
Edificios históricos, todos ellos de cantera rosa, conforman
el Centro Histórico de la capital michoacana.
El Acueducto es un
monumento que merece mención, también de cantera, inicia en la Fuente de las
Tarascas y termina donde el Estadio Venustiano Carranza, que abría sus puertas
a los clásicos partidos del Monarcas, equipo de futbol moreliano, hasta que
construyeron el Estadio Morelos. El Acueducto que aún conserva 235 arcos, pasa
en sus 1.7 km de largo por el Bosque Cuauhtémoc, donde se ubican los Museos de
Historia Natural y el de Arte Contemporáneo. 
Caminar a lo largo de él, ver el cielo azul y respirar el
aire fresco es sin duda algo que les recomiendo hacer.
Pero no todo es monumento histórico y Patrimonio de la Humanidad,
Morelia también cuenta con su parte moderna; el
Centro de Convenciones, el Planetario y el Zoológico
no olvidando centros comerciales como Plaza Las
Américas, Plaza Fiesta Camelinas y de reciente construcción, Altozano; todos ellos lugares que también habrá
que visitar.
Así que si aún no conoces Morelia, es momento de que te des
una vuelta en el próximo puente y disfrutes su arquitectura, su gastronomía, en
fin, toda su belleza. Y si decides ir en este próximo Día de Muertos, mañana te
platicaré una tradición michoacana que no te puedes perder…
¡Hasta mañana!
Si tienes razón Morelia es un lugar hermoso...altamente recomendable de visitar¡¡¡
ResponderBorrarverdad que si Jonathan?
BorrarY no solo Morelia sino también sus alrededores son mágicos como Quiroga, patzcuaro, siria huyen, el Paricutín... Solo por mencionar algunos lugares y bueno que decir de su comida que es deliciosa y sin lugar a dudas su pan es fantástico hay tantas cosas por allá que es un tesoro por descubrir quien no lo ha hecho
ResponderBorrarMe gustaría mucho conocer patzcuaro... Mucho
ResponderBorrarMe hiciste recordar mi niñez. Ya que en esa época, por motivos de trabajo, mi papá realizó varias visitas y nos llevaba. De lo que más recuerdo es el zoológico, nos fascinaba estar ahí.
ResponderBorrarNecesito ir a Morelia, gracias por la recomendación
ResponderBorrarQue linda vivencia Ruth, lo tomaré en cuenta para mis próximas vacaciones.
ResponderBorrarIncluyo a Morelia a estados por conocer, por lo que describes debe ser bien bonito. Gracias por el post Ruth!
ResponderBorrarQue padre es este lugar ! y si van a conocerlo no dejen de desviarse un poquito y dense una vuelta para conocer las ruinas del Volcán de Paracutín está en el poblado de Uruapan.
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